Desde que se divorció, uno de mis mejores amigos no ha tenido demasiado dinero para poder amueblar el piso que tuvo que alquilar cuando literalmente le echaron del piso en el que vivía con su exmujer y sus hijas. Cuando tuvo que dejar el piso menos mal que me tenía a mi para ayudarle, ya que le ayudé a llevarse sus cosas y también a almacenarlas mientras no le arreglaban el piso que había alquilado. El primer día que me enseñó el piso, parecía que allí se había librado una guerra porque el piso estaba fatal y le hacían falta reformas de toda clase. Pero el día que fui y el suelo ya se lo habían cambiado el piso parecía otro completamente diferente. El piso mejoró considerablemente en muy pocas semanas, las paredes estaban recién pintadas, el suelo era nuevo y fue colocando los muebles que nos pudimos llevar de su antiguo piso. Pero poco a poco fue incorporando nuevas cosas como alfombras o unas cortinas plisadas para el salón. Por fortuna al final le pudimos sacar más muebles a su exmujer, lo que nos vino de perlas para poder amueblar el salón que era donde más falta hacía rellenar los huecos que teníamos.
Ahora ese piso se ha convertido en nuestra nueva sede para los torneos de fútbol en la play station, que es algo que nos gusta a todo el grupo de amigos aunque a unos se nos dé mejor que a otros. Los torneos no solo implican jugar al videojuego sino que también implicar ir a cenar, todo entra dentro del mismo paquete si no puedes ir a cenar tampoco puedes jugar, esas son las reglas. Por suerte, como soy el único de los que van que conoce a mi amigo desde el colegio tengo una ligera ventaja a la hora de cocinar, ya que debo de ser el único que no cocina.
Bueno, dentro de lo malo que fue el divorcio mi amigo ya está en otra relación y su exmujer ya solamente es un nubarrón en el pasado del que ya ninguno nos acordamos.