Cada año que arranca es para nosotros como empezar de cero. Sabemos que no es así, y que ya tenemos una buena cantidad de clientes fieles, pero es la única forma de no dormirnos en los laureles. Porque si pensamos siempre en las buenas críticas acabas por creerte el ombligo del mundo y eso es el principio del fin en muchos negocios. Por eso nosotros ponemos más énfasis en las críticas negativas, al menos en las constructivas, para, a partir de ahí, ir detectando dónde todavía podemos mejorar.

Así, cada principio de año es también una puesta a punto de los proveedores. Revisar su servicio y comprobar si está todo correcto. Para nosotros, como restaurante especializado en hamburguesas gourmet, contar con un buen Proveedor de carnicos congelados para hosteleria es fundamental. Y no ha sido fácil mantenerlos a lo largo de estos últimos años por sucesivos cambios en el sector. 

Al principio, cuando abrimos el restaurante, decidimos apostar más por la rentabilidad, o lo que nosotros creíamos que era rentabilidad, y escogimos un proveedor barato que finalmente no nos compensó, así que decidimos entonces apostar por un proveedor nacional de calidad contrastada que servía a otros restaurantes que teníamos de referencia. 

Como decimos, para un negocio como el nuestro, contar Proveedor de cárnicos congelados para hostelería es tan importante como saber preparar bien la hamburguesa: la calidad de la materia prima se percibe rápidamente y nuestros clientes son burgers lovers de primera así que invertimos un poco más y conseguimos lo que buscábamos: un proveedor que nos surtiese de la materia prima perfecta para lograr contar con las mejores hamburguesas que, al fin y al cabo, son la esencia de nuestro menú.

Con todo, y a pesar de estar muy contentos después de varios años de servicio, debemos estar muy pendientes de todo lo que sucede en el sector porque cada vez hay más competencia, suben los precios y eso puede suponer una carga excesiva que hay valorar. Por eso, en ocasiones, hay que sabe renegociar con los proveedores de cara a obtener un buen precio antes de que sea demasiado tarde.