A pesar de que la actual crisis sanitaria ha golpeado de lleno en prácticamente todas las empresas, algunas la han sufrido más que otras. Una de las industrias que más está siendo perjudicada por el COVID-19, está siendo la industria del cine. Las dificultades que suponen el poder rodar películas, junto al miedo generalizado por parte de la población de acudir a lugares cerrados, ha invitado a salas como los Cines en Viveiro a tomar la drástica decisión que tener que cerrar hasta nuevo aviso. A pesar de que no existía una normativa al uso que obligase a que estos cines cerrasen, la poca afluencia de público y la escasez de estrenos en la cartelera ha obligado a los dueños del cine a tomar esta decisión para evitar la debacle económica durante la pandemia.

El futuro del cine, incierto en este 2020

Resulta complicado saber que va a suceder con el virus. A pesar de recientemente se consiguió doblegar la curva, la segunda oleada ha golpeado de lleno una vez más a estos sectores. Tras unos meses en donde parecía que la recuperación económica se encontraba a la vuelta de la esquina, esta segunda ola se ha llevado de calle una vez más las buenas expectativas de los cines.

Esto ha generado una sensación de incertidumbre que, ante una posible tercera ola, ha impedido a los cines el poder estipular una fecha de vuelta. Es prácticamente imposible adivinar como estará la situación de aquí a unos meses, por lo que parece que la industria del cine tendrá que esperar pacientemente a que el problema remita. Mientras tanto, tan solo nos queda desear que estas salas de cine aguanten las pérdidas económicas con las cuales se están encontrando y que pronto podamos volver a ver nuevos estrenos en los cines.