-Con cortinas verticales baratas. Las cortinas verticales ofrecen muchas posibilidades de decoración. En sus modalidades de materiales plásticos son perfectas para oficinas y lugares públicos ya que se limpian sin tener que desmontarse y resultan muy higiénicas y fáciles de desinfectar. Además, permiten graduar la entrada de luz sin problemas. En el hogar, se puede elegir entre esta modalidad de cortinas, algunas tan bien conseguidas que parecen de tela clásica o las de tela real, que deben de desmontarse para limpiarse.
En contra de este sistema solo está el trabajo a la hora de limpiarlas cuando es necesario desmontarlas, pero hay sistemas muy modernos que facilitan mucho este trabajo y que hacen que cada vez más hogares apuesten por la tela real.
–Con grandes estores. Los estores son muy elegantes y son la opción más atractiva para cubrir los grandes ventanales en el hogar. Permiten jugar con diferentes tipos de telas y sistemas de estor, por lo que se puede conseguir prácticamente cualquier acabado. Incluso pueden combinarse con otras telas, como las de los cojines del salón.
Como puntos en contra podemos destacar que si los ventanales son puertas y se abren hacia adentro o hacia afuera, habrá que tener cuidado de que los estores estén totalmente levantados antes de hacerlo. Algunos sistemas de estor, además, son un poco complicados de montar y desmontar para poder lavar las telas. Para prevenir esto, lo mejor es no montar estores en puertas que no sean de corredera y elegir sistemas como los estores enrollables que pueden limpiarse sin necesidad de desmontarlos, lo que se agradece especialmente cuando son de gran tamaño.
-Con persianas venecianas. Es una de las maneras clásicas de cubrir las grandes cristaleras porque ofrecen muchas ventajas. Este tipo de persianas son económicas y muy resistentes. Permiten graduar la entrada de luz y resultan sencillas de manejar. Dan intimidad y se fabrican en diferentes colores, por lo que también ofrecen posibilidades decorativas.
Como puntos en contra, las persianas venecianas son un poco complicadas de limpiar, sobre todo si en la habitación se cocina y hay grasa. Hay que limpiar lama a lama con cuidado de no usar productos abrasivos que puedan quitarle el color o que puedan dañar el brillo. En ocasiones, los hilos se impregnan de suciedad y puede ser difícil limpiarlos. Para evitar estos inconvenientes hay que mantener unas pautas de limpieza frecuente que evitarán que se acumule la suciedad.