La pandemia y la crisis financiera han cambiado el estilo de vida de millones de personas, dando lugar a tendencias como el teletrabajo, el auge del comercio electrónico o el incremento en la demanda de caravanas nuevas y de segunda mano. En rigor, el caravaning no es un fenómeno puntual, sino que empieza a consolidarse entre la población conductora.

 

Para acertar en la compra de caravanas fendt segunda mano o de otro fabricante, los interesados deben ajustarse a criterios y parámetros que, o bien tienen menor importancia en vehículos convencionales, o bien carecen del menor interés. Es el caso de la relación entre peso y potencia de la caravana elegida con respecto al vehículo destinado a remolcarla.

 

Si el peso de la caravana excede las posibilidades de la unidad de potencia del vehículo, causará problemas de seguridad, además de generar incontables molestias al conductor. Otro motivo por el que debe prestarse atención al peso de la caravana es la normativa vial: si la caravana supera los 3.500 kg de MMA, el carnet C1 será un requisito obligado para circular, y los gastos y molestias de su obtención deben ser contemplados en esta inversión.

 

Especialmente en el mercado de segunda mano, los compradores deben cerciorarse del buen estado y funcionamiento de los sistemas que integren la caravana. Los elementos electrónicos y mecánicos son susceptibles de sufrir averías con el paso del tiempo, por lo que se recomienda evaluarlos antes de formalizar la compra del vehículo en cuestión.

 

Las dimensiones de la caravana deben estudiarse no sólo por los cambios que producirá en la conducción y manejabilidad, sino también por la capacidad ofrecida. En este sentido, las caravanas se clasifican en tres grupos, a saber: de un ambiente, con espacio máximo para dos personas; de dos ambientes, con espacio para una familia reducida, y de tres ambientes, aptas para un máximo de siete personas, aproximadamente.